Repetía este año con la intención de hacer la distancia más larga que eran 81 kilómetros, pero unas molestias en los cuadriceps sobre el kilómetro 30 me hicieron optar por la distancia corta y aprovechando que en Cervera se separan las rutas opte por cambiar de distancia. Fue un acierto al final por que no creo que hubiera podido mantener el ritmo que llevaba de carrera.
Es un sabor amargo el no poder acabar lo que planificas pero hay que mirar el lado positivo y de esta carrera saco un buen sabor de boca por el tiempo que hice al final (4:38) y por saber decir "no" cuando no se puede o no se debe, por que perder unos meses corriendo por culpa de forzar es una chorrada.
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